viernes, 29 de enero de 2010

HISTORIA DE Q. (I)

Voy a empezar a contar mi historia. Tengo recuerdos borrosos de mis primeros pasos. Los dueños de mis padres eran unos peluqueros de tronío de esos que tienen más perros que Cruella de Ville. Éstos me regalaron aún con escasos días a JC, hermano mediano (bueno, se llevan 13 meses) de José Miguel. Aquél me quería como regalo para su entonces novia, y me dieron el nombre de Muñeca. Pero ¡ay! el capricho acaba pronto, y me vi un día en la ya ex-casa de la madre de ambos, V. En la foto me podéis ver cachorrita y un poco asustada, posando junto a la escoba, una de mis bestias negras.



JC era mi dueño (así figura en mi cartilla oficial) pero me abandonó (iba a decir que como a una perra, Jesús, qué cosas) en aquella casa extraña donde vivía aquella señora viuda con su hijo O. Así que cuando lo veo no le muevo ni el rabo. Allí conocí a JM. Éste ya no vivía allí, pero venía todos los días a ver a su madre y a O. Al principio no me hacía mucho caso, pero pronto nos cogimos cariño; sobre todo, tras el incidente de la peluquería, pero ya eso lo contaré otro día, pues el teclado este no está hecho pensando en los perros, y me cuesta bastante teclear. Además, no tardará mucho en volver JM, que ha ido a uno de esos sitios a los que nunca me lleva. En fin, guau au (es decir, hasta pronto)

4 comentarios:

  1. Quequi, Quequi, Soy Olimpia, la perra de Aurora (máster en nubes), mira, es que en este momento no tengo mi alias, hace tiempo que no veo nada de interés donde comentar como perra mestiza que soy y ya con una edad. Pero me has gustado mucho, a ver si te mando una foto mía, impresiono, pero no te voy a hacer nada. Aquí estoy leyéndote sin parar, ya le he dicho a mi ama que parece mentira que me tenga abandonada en su propio blog... que ya no escribe de mi, la Vida perra pasó a mejor vida... y mientras otros dueños, y no miro a nadie, le montan un blog a su perra... En fin... Ya no puedo cambiar de ama, pero me pasaré por aquí, guapa...

    Olimpia Pimentel Igea (13 años, mestiza, loba negra, su segura servidora)

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  2. Muchísimas gracias, querida Olimpia y bienvenida. Es gratificante encontrar a compañeras de fatigas en la red con quien conversar. Ya sé que, además de la gata K. de JM Benítez cuento contigo. Si la gente supiera lo que sabemos y hacemos algunas perras... un lametón de saludo. Guau.

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  3. ¿Qué tal tu noche? La mía bien, me subí a la cama, la dejo siempre un hueco porque me da pena, ahora nos vamos de paseo al Pardo con otra amiga y ¡sus tres perras! Es domingo, ergo hay comida de las buenas (no esa c. de pienso que es un asco, como si ellos tuvieran que comer corn flakes todo el santo día... donde esté un buen hueso de jamón para el cocido... que se quite el Affinity ese)

    La vida, querida Quequi, es bella para las perras como tú y como yo: afortunadas...

    Oye, y el sofá ese que tienes donde te rascas y te haces la remolona ... ¿es muy grande?, el mío es rosa, pero como soy negra dejo todos los pelos para desesperación de mi ama...

    ay... a ver si me depilo un día de estos...

    Fdo: Olimpia

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  4. Querida Olimpia:
    La verdad es que no he dormido mal, pues le gimoteé un poco a JM y conseguí que dejara su batín encima de la cama del cuartito de invitados, y pude ponerme encima como a mi me gusta. El sofá es realmente grande y doble, rojo, aunque a veces con funda, y allí retozo a gusto, aunque L. refunfuña. Lo de la comida últimamente no me puedo quejar, como te contaré con más detalle. Que pases un buen día con tu ama. Mi amo dice que es muy bonita esa zona de Madrid ¡Qué lástima que no me lleve de viaje! Guau, querida amiga.

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