domingo, 30 de enero de 2011

LA COSA






V. lleva un par de días enferma con gripe, y me encargo, faltaría menos, de cuidarla. Anoche estuvo tosiendo mucho en la cama, y estuve observándola, apoyándome con las patitas en el borde de la cama. Me ayuda en esto JM, que se ha pasado las tardes en casa de su madre. Esto no obsta para que busquemos un hueco para nuestro paseíto. Ayer nos pasó algo muy raro. Estábamos en el llamado Espacio Entrecatedrales, que es un amplio mirador de color blanco que han construido junto a la Catedral, y al que se sube por una rampa. Al pasar por allí, tiro de la correa para que JM me deje subir, y disfrutar de las vistas, y de espacio libre, pues no suele haber nadie cuando subimos. Nos llevamos, como decía, una sorpresa al encontrar ayer esa...cosa. JM no me dejó que me acercara mucho para curiosear, pero sólo esto faltó para que se despertara mi viejo espíritu de sabueso, y empezara a desarrollar hipótesis. No era una pata de pollo, pues no olía a tal y su textura recordaba la de un calamar. Pensé también en una ave pelada y chamuscada, pero, ¿cómo habría llegado hasta allí? no es un lugar de paso de ningún mercado, ni he visto jamás por esa zona de la ciudad a gentes con bolsa de la compra, y menos subirse al mirador, que no está nunca precisamente atestado de gente. ¿Habría caído del cielo? Me llené entonces de inquietud, pues la cosa me recordaba cada vez más la forma de una mano humana o... humanoide. Yo he visto en Cádiz cosas muy raras, y los BIPs de aquí se las traen, pero este descubrimiento me llena de estupor. Volvimos al día siguiente... y ya no estaba; lo que me parece mucha diligencia para el servicio de basuras de aquí. ¿Estaré asistiendo a alguna extraña metamorfosis propiciada por los tiempos carnavalescos que se avecinan? Quizás a vosotras, queridas amigas, se os ocurra alguna idea para aclarar esta....cosa. Guau.

miércoles, 26 de enero de 2011

UN AÑITO DE BLOG






Parece mentira cómo pasa el tiempo, pero es verdad: hace justo un año que me decidí a subirme a la mesa y empezar a teclear en el ordenador, y abrir el blog de esta perrita siempre hambrienta y chillona. Todavía me sobresalto al escuchar la musiquita de inicio de Windows, pero sigue sentándome en las rodillas de JM cuando éste escribe en el portátil, a ver lo que aprendo. Ya sabéis que un año para mí es mucho más tiempo que para vosotros, queridos BIPs que leéis mis cositas, pero creo que lo hemos pasado muy bien juntos intercambiando confidencias, y espero seguir haciéndolo mientras JM no ponga el portátil en un altillo, claro está. Está muy bien expresarse, aunque sea con una voz prestada (me refiero al ordenador, claro), y tender puentes inesperados. Para celebrarlo, ahí os regalo un trozo de tarta virtual, que espero que disfrutéis como si fuera de verdad ¡Ay, quién pudiera probarla! Guau.

sábado, 22 de enero de 2011

RESACÓN DE REYES












Por fin estoy en condiciones de hablar de las últimas fiestas. Ya estoy bastante recuperada, y ciertamente, hay cosas que no se pueden olvidar fácilmente. Yo no soy como los humanos. Durante más de dos semanas se meten en un vorágine de gastos, comilonas, llenan la casa de luces y regalos, y, de un día para otro, se olvidan de todo y vuelta a lo de siempre. ¡Qué poco valor dan a las cosas! Yo, sin embargo, que soy una perrita sensible, no lo he podido olvidar. Como el pequeño C.A. estaba malito (es alérgico a mí), pude estar en la cena de Nochevieja con los demás familiares. Allí se comieron cosas muy ricas, como ese jamón "del bueno", que aquí veis iluminado como por una especie de luz celestial, y que a mí me produce auténticas crisis de ansiedad.


El día de Reyes no pude ir al reparto de regalos, pero estuve al tanto de los preparativos. Te llenan la casa de bolsas de colores chillones, y, pretenden, con disimulo, ¡que los demás no los vean! Sé que JM y L estuvieron buscándome un regalo en el Corte Inglés, donde encontraron cosas muy raras, como un cochecito para mascotas (¿me imagináis dentro? a mí me daría un poco de "yuyu"), menos lo que buscaban, un juguetito para mí, que pudiera morder, y no se rompiera. No lo encontraron en ninguna parte. Dice JM que en Cádiz es más fácil encontrar un cirujano plástico de nivel internacional que un juguetito homologado para perros.

L le hizo a JM un regalo que tiene que ver conmigo como veis, no sin cierta sorna me parece; pero bueno, ella es así, y en su descargo debo decir que me ha puesto como enlace en su página de Facebook. Como le regaló también una bata nueva, JM me deja ahora sentarme sobre la vieja, con lo que estoy muy calentita, y he adoptado como regalo.

En fin, creo que los humanos deberían repetir estas fiestas al menos una vez al mes. Aunque, el menú debería cambiar, claro está, según la estación, y no se comería lo mismo en los Reyes de agosto, digamos, que en los de enero, ¡algo más ligerito, vamos! Sea como sea, yo me sigo apuntando al jamoncito, que me encanta, y a lo que caiga debajo de la mesa, y seguiré soñando con aquello a lo que sepa el roscón de Reyes. Guau.


sábado, 15 de enero de 2011

EL LADO OSCURO DE JM






Poco a poco me voy recuperando de mis males de comienzo de año. JM me llevó a la veterinaria, me dieron "el alta" de la conjuntivitis, y me pusieron una inyección para la dermatitis, que será -ay- la primera de las que hagan falta hasta que se me quite, e identifiquen las causas de mi alergia. Me puse nerviosita, pero ya podéis imaginar que no es plato de gusto. El que está un poco raro es JM, que ha empezado el año con mal pie. De hecho, anda casi cojeando de uno. Le han dicho que puede ser un espolón (Extraño. Yo creía que eso era cosa de gallos). Además, en una revisión le han descubierto que tiene apnea del sueño, por lo que tendrá que dormir una temporada con una mascarilla como los pilotos (Sé que a JM le gustan los aviones, pero ignoro si le hará mucha gracia esta comparación). Para colmo de males, esta semana se le ha estropeado el ordenador, así que se lo ve un poco taciturno y preocupado. De hecho, hace poco lo ví con esta camiseta, y me pregunto si, trastornado por tantos contratiempos, se habrá pasado al "lado oscuro", o si, desesperado, se ha vuelto friki. Espero que la cosa no vaya a más. En todo caso, aunque tenga el pie peor que Edipo y le falte el aire por las noches, me sigue sacando a dar paseítos, en los que he tenido algunos encuentros que no sé si decir de "la tercera fase", y que os contaré en próximas entradas. La semana que viene os hablaré de los regalitos de Reyes, ya que JM no ha pasado todavía las fotos al ordenador después de arreglarlo ¡qué hombre! ¡ah!, que la Fuerza os acompañe.
Vaya, tengo un nuevo seguidor, que parece que llega de Rusia, Sven Voevodin. ¡Bienvenido!

sábado, 8 de enero de 2011

¡VIRGENCITA, QUE ME QUEDE COMO ESTOY!






Le escuché esta frase a un humano en una película, que se deslizaba pendiente abajo sin frenos. Yo, que me las prometía tan felices en Nochevieja, he tenido un mal comienzo de año. Espero que no sea mi annus horribilis, como decía la Reina de Inglaterra. Resulta que empecé a sentir picores por todo el cuerpo, y me molestaba un ojito. JM dijo que lo tenía casi cerrado, y se preocupó. Mandó a A. a una farmacia a comprar suero para limpiármelo, y se me alivió un poco el dolor. Pero ya sabéis que soy un poco puñetera, y como no me gusta que me echen ese líquido en el ojo, me he escondido debajo de mesas y sillas para que no me cogiera. El ojito se me puso mejor, y, en cuanto pudo, JM me llevó a ver a la veterinaria L. Ésta me examinó la córnea para ver si estaba dañana, y tras ver que no, me recetó un colirio para mi conjuntivitis. Comprobó que tenía de nuevo pioderma, y le dijo a JM que esta vez ibamos a probar con un antibiótico en pastillas más fuerte que el de las inyecciones. La pastilla me la tomé como me suelen dar coba éstos, es decir, disimulada en una salchichita, pero, al cabo del rato, la vomité. No me sentó bien. JM habló con la veterinaria, y ésta le dijo que lo intentara otra vez, y si volvía a pasar lo mismo, que me llevara a ponerme un inyectable. Pasó lo mismo, y "eché la pota", como dicen los chavales. Así que me veo la semana que viene otra vez en el taxi, temblando de miedo. Para más inri, los taxistas estuvieron sin soltar prenda, y ni siquiera me echaron un piropo. De modo que al que nos trajo de vuelta le ladré al salir del taxi, por antipático. En fin, espero que pase pronto esta rachita. Sobre el día de Reyes ya os contaré en otra ocasión, que estoy un poco cansadita.
Bueno, no todo es malo, pues tengo una nueva seguidora, Carmen Avram ¡Bienvenida!