Hoy voy a hablar de V (no la serie de TV sobre unos antipáticos lagartos, sino sobre V, la auténtica, la madre de JM). Vivo con ella normalmente entre semana, y el finde lo paso en casa de JM, pues ella se va a una ciudad cercana a visitar a sus nietos. Me riñe mucho cuando hago alguna trastada, o le ladro a la gente que pasa por debajo de la ventana (aunque hay alguno/a que paqué), pero cuando JM me trae de vuelta a su casa, me da unos gritos de alegría que si yo no tuviera el tímpano tan desarrollado, quizás me lo rompería. Me lleva a regañadientes al veterinario, y a la peluquería -cosa que, sin embargo, parece encantarle a JM-, y siempre se queja del dinero que le costamos a JM y a ella, y de que toda la culpa es de su hijo JC que de cachorrita me dejó en su casa, fue a por tabaco (aunque no fuma), y no volvíó; no obstante, otras veces dice que le hago mucha compañía (ella es viuda, y vive sola, por más que la visite todos los días JM), y que nadie le va a quitar a su perra. Aunque tiene ya sus años, es muy animosa y activa, y siempre está acalorada; ahora, además, su hijo menor, O, ha tenido un hijo, y por sus horarios de trabajo y los de su mujer, que son por turnos, se ve en la necesidad de dejarlo una mañana o una tarde a la semana en casa de V (aunque el peque parece que se lo pasa pipa);
ella es, pues, una de esas abuelas, como hay tantas, que cuidan de sus nietos cuando sus padres no pueden; ¡Vivan las abuelitas como V! Y viva doblemente también, pues es más tiempo que paso en casa de JM; yo también hago mis sacrificios, ¡que conste! Guau.
ella es, pues, una de esas abuelas, como hay tantas, que cuidan de sus nietos cuando sus padres no pueden; ¡Vivan las abuelitas como V! Y viva doblemente también, pues es más tiempo que paso en casa de JM; yo también hago mis sacrificios, ¡que conste! Guau.