domingo, 2 de octubre de 2011

A UN JAMÓN ABANDONADO








En uno de mis paseítos recientes he visto algo que me llamó verdaderamente la atención: junto a un banco de la Alameda Apodaca yacía solitario un jamón abandonado a su suerte. Al fondo, tras los arbustos, se divisaba un estrujado tetrabrik (me temo que no de Don Perignon), lo que quizás pudiera ser indicio de un festín. JM, que es muy aprensivo, no me dejó acercarme a olisquear, pero ya desde la distancia percibí un suave aroma jamonero. ¿Qué llevará a un humano a dejar un jamón de esa manera? Podría haber seguido apurando el corte, y aprovechar la pata para el puchero (yo habría seguido royendo hasta el hueso, si me hubieran dejado). Ya he podido comprobar que hay muchos humanos guarros en Cádiz que dejan comida, platos, vasos y cubiertos de plástico, bolsas vacías de patata, y un asqueroso etcétera en parques y bancos, pero de ahí a dejar una pata de jamón... Se me ocurrió pensar en la quijada de Sansón (si no recuerdo mal), y en las luchas de trogloditas con sus grandes mazas ¿Fue acaso la pata usada como arma entre esos humanos que suelen tener una misma voz aguardentosa y de difícil comprensión?¿será esto la prueba de que son el famoso eslabón perdido?

Nunca lo sabré...ni tampoco (lo que me parece peor) a qué sabía el dichoso jamón. Guau.

6 comentarios:

  1. Qué desperdicio diosmio!! Le queda un huevo de carne todavía. Estaría salado?

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  2. Hola Quequita, pues sí que es extraño lo del jamón solitario y medio comido..., es una pena que JM no te hubiera dejar acercarte más para hacerle un examen más detallado del tema, (veo mucho CSI) y me quedo con muchas dudas..., cachis!!

    Besitos.

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  3. Cosas de los humanos, querida Nora, que ni comen ni dejan comer, ¿y eso de qué me suena?
    Besitos.

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  4. pues si tú te quedas con ganas, ¡imagínate yo, amiga Campoazul! Quizás el jamón debió ser abandonado precipitadamente, pues habían olvidado el vino para acompañarlo.
    Besitos.

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  5. ¡Qué raros son estos humanos! Yo veo muchas porquerías por los suelos, pero una patita de jamón ... ¡vaya, que no es muy corriente! Y tú sin poder aprovechar ni un poquito, seguro que en cuanto lo has visto, ya te relamías de gusto.
    Guau... guau ... Besitos, Quequi.

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  6. Ay, querido Byron, qué dura es la vida de las perritas hambrientas.
    Besitos.

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