viernes, 19 de febrero de 2010

OPERACIÓN QUEQUI



Este es el nombre que da JM a la "operación" (como si fuera una aventura) de atravesar dos calles desde la de V., su madre, a la suya conmigo y mis cosas. En la foto me veis lista para el viaje. JM parece disfrutar con estas niñerías. L. las mira con cierta indulgencia. Las chicas somos más prácticas, o eso parece.

JM ha encontrado entre sus papeles una foto dedicada de su antigua novia extranjera, G., y le he visto un rato pensativo en el sofá mientras me acariciaba el lomo. Me parece que JM es uno de esos humanos que llaman "románticos". Creo que éstos se complican mucho la vida con eso que llaman "amor". Para nosotros los perros la cosa es bastante más sencilla, ya sabéis, no necesito explicar nada... una temporada aguantando a esos salidos que vienen a olerte el trasero, y los calores que te entran... Me parece que los humanos persiguen una especie de quimera, pretender que ese amor romántico dure para siempre, y si no es así, pensar que ya no merece la pena mantener una relación... Se sienten, además, muy dolidos si la otra persona no los ama de la misma manera que ellos, o deja de quererlos, y luego, se quedan con heridas que no acaban de cicatrizar del todo, hechas de nostalgia, reproches y arrepentimientos, y no tienen el consuelo de lamérselas como yo, pues estas heridas les duelen al calor del más inesperado recuerdo. Afortunadamente, hay cosas de las que, como perra, estoy a salvo, aunque a veces envidio este vértigo de los humanos que los empuja a locuras incomprensibles. Bueno, ya empieza a llegar la gente de la chirigota de L. y tengo que recibirlos como se merecen, con unos buenos ladridos. Guau.

5 comentarios:

  1. ¿Qué puedo decir, Quequi? De verdad, qué reflexión más ... acertada. En cualquier caso como humana te digo que la sensación es que hay mucha afición al enamoramiento y poco al querer, pero es solo una impresión posiblemente equivocada.

    Ahora entra Olimpia que tiene el portatil abierto...

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  2. Mi querida Quequi:
    Tengo que decirte primero que soy una perra esterilizada porque vengo de una protectora y allí nos esterilizan a todas -Margaret Sanger ¿recuerdas?- (A me adoptó con 5 años, siempre coge perros que nadie quiere, toma romanticismo, hermana...). En cualquier caso hay mucho can que me persigue, pero yo soy muy mía y les ladro, el perro macho se pone muy pesado y ser negra y grande tiene sus ventajas (a que te muerdo, lerdo...´¿no ves que no tengo celo y que además no me interesas nada?).

    Una vez dicho esto -tú eres una perrita muy mona, ya se pueden andar tus dueños con cuidado- sobre los humanos estoy de acuerdo que realmente es singular el panorama amoroso. No doy crédito, Quequi, a lo que contemplo desde mi atalaya de perra observadora. Otro día seguimos, me tengo que subir a la cama.

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  3. Me das que pensar, Aurora, ¿No hay también egoísmo en el enamoramiento? A ver si le cojo a JM "Los cuatro amores" de C. S. Lewis y me entero.
    Olimpia, a mí tampoco me gustan que se me acerquen esos salidos, y, aunque chiquita, les ladro. En el celo lo paso mal, pero mis amos no me han juntado nunca con perros. Guau.

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  4. Hola Quequi, me encanta tu manera de ver la vida y de vernos a nosotros (soy humana, al menos a ratos), he de decirte que me agradó mucho saber como pensáis, yo tuve un precioso y amable perrito pero la verdad nunca me contaba sus cosas, movía el rabito y me ladraba..., ¡¡Pero yo no a veces no le entendía..., pues no se idiomas!

    Un besito.

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  5. Muchas gracias, campoazul, no todos estamos dotados de igual manera para la comunicación, seguro que tu perrita quería decirte que te quería en su modo más genuinamente perruno. Quizás yo soy una mutante... o mutonta, no sé. Había un poeta inglés que decía que él quería ser la voz de los hombres corrientes que sufrieron con él en las trincheras, y que no eran capaces de expresarlo. La palabra (en mi caso, escrita)no deja de ser un don. Guau.

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