domingo, 11 de enero de 2015

LA PRUEBA IRREFUTABLE DE LA EXISTENCIA DE LOS REYES MAGOS


La noche de Reyes, éstos visitaron (como por doquiera) la casa de las sobrinas de L. Éstas habían instigado a sus padres (con buen tino) para que les dejaran un refrigerio a sus Majestades y a sus camellos en esa ardua velada, esto es, tres vasos de leche con galletas y tres pepinos a falta de cáctus que es lo que se dice que comen los camellos. La mañana siguiente, pues, junto a los regalos encontraron los vasos vacíos, las galletas reducitas a mijitas, y los pepinos mordisqueados (espero que no se les hayan repetido). Guau.



  

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