domingo, 9 de septiembre de 2012

REBELIÓN EN LA PELUQUERÍA


¡Arribas perras de la tierra!, ¡en pie, pelámbrica legión!, basta ya de champús, correas, agua fría o demasiado caliente, peines de púas, y pasaditas discriminatorias de género; es el momento de levantarse, como hago yo tras el cristal de la pelu, ¡que me dejen rascarme a gusto, revolcarme por el suelo, y olisquear todo lo que me venga en gana! Estoy un poco harta de esa obsesión de que una sea como la perra de Paris Hilton, ¡déjenme ser una perra, y admiren mejor mi belleza natural!
Es verdad que no me gustan los peines, y sólo tolero que me peinen cuando JM va a darme el paseíto, por el qué dirán (mira que si va desgreñada, que vaya guapa, etc.), pero, ¿a qué gente puede importarle eso?, ¿a los peluqueros caninos?, ¿qué porcentaje representan de la población humana? En fin, queridas amigas, ¡a las barricadas! Guau.

6 comentarios:

  1. ¡Pero Quequi!
    ¿Qué diría el Yorkshire de tu padre, ¡tan de pedigree él!, si te escuchara estos ladriditos tan antiguos, llenos de tanta inquina?
    Y tu madre, ¿qué diría la Maltesa de tu madre?

    Aunque, para ser sinceros, yo de diré que, a veces, a mí, también me apetece mandarlo todo, ejem, a la mierda.


    Iacob


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  2. Amigo Iacob, como tú mismo dices, todo tiene un límite, y acabas perdiendo la compostura, aunque los ancestros se remuevan en sus nichos.
    Saluditos.

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  3. Te apoyo en todo lo que dices, Quequi.

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  4. Querida Nora, espero que tú al menos no tengas que pasar por el suplicio de las pasaditas, parece que tu jefa no llega a tanto.
    Besitos.

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  5. Hola Quequita te veo muy enfadada, y no digo que no lleves razón pero no te estreses mucho mas porque eso tiene efectos negativos sobre tu lindo pelo y después te llevaran más a la peluquería... :)

    Besitos.

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  6. Querida Campoazul, quizás tengas razón, y no deba tomármelo tan a pecho, y deba disimular un poquito para que no me lleven más frecuentemente a la pelu, ¡se me pone el pelo de punta sólo de pensarlo!
    Besitos.

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