domingo, 5 de febrero de 2012

CASTIGADA

















Me resulta increíble verme castigada a mis años, pero así ocurrió hace unos días. Llegaron a casa la hermana de L., con su marido y sus dos niñas pequeñas, C. y A., de tres y un año respectivamente, y otros tíos, y me encerraron en la terraza, porque me puse a ladrarles. Pero, a ver, todo tiene una explicación: la mayor se ponía a decir que ella era una princesa (lo que me parecen ya muchos humos), para inexplicable regocijo de todos los adultos presentes, y la pequeña A. (que está aprendiendo a andar) hinchaba los carrillos como si los tuviera llenos de sopa, y no hacía más que llamar "papá" a todos los varones de la reunión, y "mamá" a todas las mujeres (¡así como para equivocarse!), de modo que no tuve más remedio que ladrarles a las niñas, para ver si espabilaban (yo a su edad no era tan "huevona", y sí más espabilada). La única recompensa que obtuve, sin embargo, fue verme encerrada en la terraza, en la que no me sirvió de nada rascar el cristal, mientras dentro bebíaN cafelito, y se hinchaban a pastelitos. Todo eso viendo, además, cómo L. usaba una bandeja que, previamente ¡había decorado con fotos mías! Si me queréis, ¡tenedme en carne y








hueso, leche! Guau.

4 comentarios:

  1. Ayyyyy ... Quequi!!! A mí también me han castigado muchas veces encerrado en la terraza y me he quedado como tú estampada contra el cristal, esperando a que me liberaran. Otras veces estoy fuera y me obligan a entrar porque le ladro a las vecinas cuando salen a la ventana. En fin ... paciencia !!!
    Guau ... guau ... Besitos, Quequi.

    ResponderEliminar
  2. Hola Quequita, ¡que crueles llegamos a ser los humanos a veces con vosotros! Cuando en realidad tú lo único que estabas haciendo era comunicarte..., Pero ya sabrás que a los humanos nos encanta escuchar a los cachorritos de nuestra especie... ¡¡es una debilidad que jamás superaremos!! Mmmm...¡Son tan ricos! Pero no estés celosa, porque a ti te querrán siempre, siempre.

    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. Querido Byron, yo me la paso ladrando mucho tiempo, sobre todo a esos vecinos que se empeñan en pasar junto a la puerta de JM, o bajo la ventana de V.
    Somos unos incomprendidos.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, querida Campoazul, por tus ánimos y tu cariño pues me quedé uno poco frustrada con tanta protección y tanta leche.
    Besitos.

    ResponderEliminar