sábado, 11 de septiembre de 2010

LA COLOMBE POIGNARDÉE






"La paloma apuñalada" es parte del título de uno de esos poemas que lee JM antes de acostarse. Me acordé de ella en uno de nuestros paseítos exploratorios, en los que nos apartamos del recorrido habitual y deambulamos por otros parajes. Hace meses pasamos junto a una casa solariega del antiguo barrio de JM que conserva su escudo heráldico, y allí me fijé en una paloma difunta atrapada en una moldura (¡Qué inspiración no habría sido para Apollinaire!) -a L. le dan miedo las palomas, y se pone muy nerviosa cuando le revoletean por encima. A mí me da un poco igual, pues les ladro a todos los pájaros por igual. Soy democrática-. Lo cierto es que pasamos hace poco por el mismo sitio, ¡y allí seguía la paloma! No se había caído al suelo, y nadie la había retirado, o quizás reparado en ella. Es curiosa la incuria humana. Yo siempre estoy muy atenta a todo lo que me rodea, pero los humanos van normalmente pensando en sus cosas, y no prestan mucha atención a lo que les rodea. En todo caso, están pendientes del suelo para no pisar las caquitas de mis congéneres que algunos desaprensivos dueños no recogen, y de las que Cádiz está bien servida. El hecho es que allí seguía la paloma, hecha una carcasa de plumas. Quizás acabarán pensando que se trata de otro símbolo heráldico, y alguno se quedará parado intentando desentrañar su sentido. Cosas de Cádiz, donde se dejan cosas abandonadas meses y meses sin que nadie las recoja, como las motos quemadas o destripadas. Creo que, aparte de para representar la Habana, Cádiz podría ser escenario de una película sobre Beirut. Pero ya sabe, en Cádiz hay que... Guau.
Por cierto, tengo un nuevo seguidor, Jose, de Málaga ¡Bienvenido, amigo!

2 comentarios:

  1. Hola Quequi, ya no sé si decir "pobre paloma" o "¡que asco tener una paloma muerta pegada y no quitarla!", los señores de la casa no se fijan mucho precisamente. A mí no me gusta ningún pájaro volando por encima de mi cabeza..., ¡que ya he visto a más de uno intentando limpiar la "gracia caída del cielo" de palomas y gaviotas. Que si yo supiera también les ladraría…

    Besitos.

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón, amiga Campoazul, esos bichos no son nada de fiar, y lo que te puede caer del cielo no es poco.
    Besitos.

    ResponderEliminar