domingo, 26 de octubre de 2014

PASO POR EL QUIROFANO


Hace dos viernes me llevó JM al veterinario porque me veía apagada, y echando fluidos por mis partes pudendas. Allí éste le dijo que se trataba de una infección de útero, y que había que extirparlo o que moriría. Me dejaron en sus manos, y me operaron esa misma tarde. Al día siguiente, me fueron a recoger, pues me había recuperado bien de la anestesia, y ya estaba empezando a hacer de las mías. La sorpresa más desagradable, no obstante, ha sido tener que cargar durante 10 días con el collar isabelino ("cucurucho" lo llama V), para evitar que me lamiera los puntos. Éstos parecen que han cicatrizado bien como podéis ver en la foto. Y mañana me toca volver a la Casa del Dolor para que me los quiten. Deseadme suerte. Guau.




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