Ahora que se acercan los Sanfermines, recuerdo que en uno de mis paseítos por la plaza de la Catedral con JM, vi lo que me pareció un encierro como los pamplonicas. Imaginé que sería como una especie de entrenamiento, pues a los toros se los veía un poco fofos, faltos de músculo, vamos, y daban más saltos que carreras; había, también, corredores como los de Pamplona, pero muy relajados entre tanto morlaco, y algún jabato humano que se arrimaba sin miedo a los astados. Poco serio, en fin, me pareció todo eso, aunque estando en Cádiz... Guau.
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