Al final no pude evitarlo y el jueves me llevaron a la veterinaria; antes, V. me llevó a la pelu, de donde volví con el ojo izquierdo un poco irritado; la veterinaria L., pues, me puso la vacuna antirrábica (el mismo día el RAIA le envió a JM un mensaje recordándole lo de la vacuna; cosa que a mí me "raya" bastante), y observándome el ojito dijo que tenía una úlcera provocada quizás porque me había caído jabón en el ojo, y, como no hablo (aunque sí cierro el ojo, leche) la peluquera no se percató de ello para enjuagármelo.
Desde entonces hasta el miércoles próximo que me toca nueva visita, estoy a base de gotitas que me pone JM, quien me puso la primera vez un llamado "collar isabelino" para que no me restregara, aunque yo no lo he hecho desde ese momento. En fin, esto es mal de ojo, ¡y lo demás son tonterías! Guau.
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