¡Uf! Ya era hora. El viernes se fue JM de casa a las 2 y no regresó hasta casi las 5 de la mañana del sábado: se quedó en el hospital hasta que nació O. junior, su sobrino, que se hizo de esperar más de 48 horas. Se lo estuvo pensando para salir (no sé si habrá estando escuchar en el seno materno de la crisis, y esas historias que preocupan tanto a los humanos), y al fin se decidió el tío. Por cierto, que no me importará que me llamen tita Quequi, aunque L., con su gracia habitual, me dijo que yo sería algo así como una "reina destronada", expresión que no entendí muy bien, ¿qué querrá decir? Bueno, ella es así... Lo cierto es que hoy también me han dejado solita unas horas para ir al hospital a ver al pequeño O., aunque éste estaba más pendiente de chupar de la teta de su madre a la que se pega como una ventosa. No dispongo de fotos pues JM no ha querido hacérselas con su viejo móvil con flash (¡vaya crack tecnológico que está hecho!), pero espero que caigan pronto por su (nuestro) portátil. Mientras, me voy a echar una siesta, ¡que ha sido larga y tensa la espera! Guau.
Tengo una nueva seguidora, la Jefaza de Nora ¡bienvenida, amiga!
Hola Quequi, me alegro que haya llegado ya el bebé. Cuídalo mucho y no te pongas celosilla, que hay cariñitos para tod@s.
ResponderEliminarGuau ... guau...Besitos.
Muchas gracias, querido Byron; la verdad es que se ha hecho de rogar, y ya estoy deseando ladrarle...digo, verlo.
ResponderEliminarBesitos.
¡¡Hola Tía Quequi!! Me alegro un montón de que todo haya salido bien, y nunca serás una un "reina destronada" porque el cariño no se puede cambiar... pero si ampliar. Espero que pronto pilles una fotito del bebe donde se vea algo mas que una mantita. :)
ResponderEliminarBesitos.
Muchas gracias, querida Campoazul, espero que sigan teniendo un huequito para mí... Estoy en lo de la fotito.
ResponderEliminarBesitos.