Éste que veis aquí es B., el perro de la vecina del bajo de JM, que me la tiene jurada desde que empecé a ir a casa de éste. Comenzó por acosarme sexualmente, intentando corretearme, y montarme con sus negrísimas pupilas dilatadas de perro salido (la dueña ganaba antes dinero echándolo con otras perras; dice que tiene 17 hijos este baranda, pero ya, con la crisis, no lo pasea a echar una canita al aire, con lo que está que se sube por las paredes). Es un peñazo, aunque tenga pedigree. Va dejando meaditas por todas partes, y es un escandaloso, y, además, un llorica, pues cuando su dueña lo deja solo, se pone a aullar como si lo estuvieran despellando vivo. Cuando me siente, se pone a ladrar con esa voz suya tan aguda, aunque ya no se atreve a acercárseme desde que hice ademán de morderle en el cuello. A su dueña le hace mucha gracia, pero yo no se la veo por ninguna parte. Muchas veces sube con su jefa a la azotea y lleva una pelotita de goma con un pito que hace un ruido que me pone furiosa, y sé que lo hace aposta, para sentirme arañar detrás de la puerta. Me da una rabia, ¡brrrrr! Guau.
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Hola Quequi, ay por dios que susto… ¡que pensé que te habían cambiado! Oye pues tienes razón para darle calabazas, una porque es muy feo y otra porque con tantos hijos no me puedo imaginar cómo los educa a todos, para que sean unos perritos de provecho el dia de mañana…
ResponderEliminarBesitos.
Sabía que me darías la razón, querida campoazul; ese orejotas, ¡es insoportable!
ResponderEliminarBesitos.
Déjate de ademanes, Quequi, y dale un buen tarisco al cuello. Hay de todo en la "viña del señor". Como con los humanos, hay gente buena y gente mala. Mi jefa se resiste a creer que hay gente mala por naturaleza. No sé....
ResponderEliminarBsss
Que vecino mas desagradable! Tu enseñale los dientes y ponle en su sitio! :)
ResponderEliminarSí que me dan ganas de darle le suyo a este menda salido, pero el tipo me huye. Respecto a la gente, pienso que siempre hay que usar el sentido común, el menos común entre los humanos.
ResponderEliminarBesitos.
Bienvenida, Iria. Siempre me han producido mucho respeto las veterinarias con sus inyecciones y pastillas, pero tú me caes simpática ya de entrada. Dientes, tienes razón, que eso es lo que les fatidia.
ResponderEliminar¿Pero que se ha creído ese chulito? Tú eres una señorita, así que dile que deje de acosarte, que no está bien visto. Y ya puedes enseñarle los dientes para que vea que, si quieres, tú también puedes armar mucha guerra.
ResponderEliminarGuau ... guau ... Besitos, Quequi.
querido Byron, estoy sin internet, por eso no puedo colgar de momento nuevas entradas, ni responder antes a comentarios, ahora estoy "pirateando"desde otro ordenador. Como agarre al vecinito, me voy a desahogar con él.
ResponderEliminarBesitos.