Hoy he intentado fugarme, tomarme las de Villadiego, poner pies en polvorosa. Este fin de semana estoy con V., pues ha estado mala toda la semana con el lumbago, y JM no me ha llevado a su casa, y me he quedado haciéndole compañía. Esta mañana, sin embargo, se encontraba mejor y fue al mercado. Al volver, y abrir la puerta, me escapé corriendo hasta la puerta de la calle, que estaba cerrada. V. me cogió, y luego me dio en el culo. He estado escondida parte del día, y ahora voy detrás de ella para intentar congraciarme y hacer las paces. Pero, ¿qué quieren? Había escuchado a unos congéneres ladrar cerca de casa, y tenía ganas de ir a curiosear... Aunque me pregunto qué hubiera hecho realmente si me hubiera visto en la calle, sola. ¿Qué aventuras me esperarían? ¿habría ido a buscar a JM?¿me hubiera escogido Charles Dickens para una de sus historias? ¿o habría dado yo media vuelta? Si hay una próxima oportunidad os contaré... Guau.
P.S.: Vaya, tengo un nuevo seguidor, Byron, como el poeta. ¡Bienvenido, amigo!
Déjalo, Quequi. Para nosotras la libertad es una gran desconocida. De todas maneras, dos señoritas como nosotras no sé si sabríamos buscarnos la vida en la calle. Bueno, seguro que sí, con unas pocas de nuestras zalamerías, tendríamos un nuevo amo enseguida.
ResponderEliminarBesines. Y no te vayas a la calle.
Querida Nora, tienes mucha razón, aunque a veces me corroe la duda de qué pasaría...
ResponderEliminarBesitos.
Quequi, eres una atrevida. ¿A dónde ibas tú sola? A mí ,de momento, no se me ocurrió ir a dar una vuelta yo solo. Pobre jefa, seguro que le da un infarto si me escapo. Y luego me pondría el culete colorado y no me daría mimitos.
ResponderEliminar¡No lo vuelvas a hacer!
Guau..guau..Besitos guapa.
Las perras siempre volvéis a casa, Quequi. Los perros es otra cosa. En cualquier caso yo que tú no lo intentaría, forastera. Hasta que volvéis nos hacéis pasar un rato amargo...
ResponderEliminarHola Quequi, pues si te vas solita a la calle pronto volverías..., porque todo lo que tú quieres están en la casa. Yo tuve un perro que se escapó unas horitas (a ligar), y volvió él solito ya cuando consideró oportuno volver (a cenar y a dormir calentito), ¡¡ya ves!!.
ResponderEliminarBesitos.
Vaya, Byron, me conmueves. Procuraré seguir tus consejos, lo malo es cuando te viene el celo.
ResponderEliminarbesitos.
bueno, Aurora, prometo no escaparme, al menos hasta que vengas por aquí y te conozca, que me ha dicho un pajarito que a lo mejor te dejas caer por Cádiz pronto.
ResponderEliminarbesitos a ti y a Olimpia.
Querida Campoazul, creo que yo también habría terminado por volver, pues he podido comprobar que las salchichitas de pollo no crecen en los árboles, sino que tienen la manía de meterse en los frigoríficos.
ResponderEliminarbesitos.