Por fin estoy en condiciones de hablar de las últimas fiestas. Ya estoy bastante recuperada, y ciertamente, hay cosas que no se pueden olvidar fácilmente. Yo no soy como los humanos. Durante más de dos semanas se meten en un vorágine de gastos, comilonas, llenan la casa de luces y regalos, y, de un día para otro, se olvidan de todo y vuelta a lo de siempre. ¡Qué poco valor dan a las cosas! Yo, sin embargo, que soy una perrita sensible, no lo he podido olvidar. Como el pequeño C.A. estaba malito (es alérgico a mí), pude estar en la cena de Nochevieja con los demás familiares. Allí se comieron cosas muy ricas, como ese jamón "del bueno", que aquí veis iluminado como por una especie de luz celestial, y que a mí me produce auténticas crisis de ansiedad.
El día de Reyes no pude ir al reparto de regalos, pero estuve al tanto de los preparativos. Te llenan la casa de bolsas de colores chillones, y, pretenden, con disimulo, ¡que los demás no los vean! Sé que JM y L estuvieron buscándome un regalo en el Corte Inglés, donde encontraron cosas muy raras, como un cochecito para mascotas (¿me imagináis dentro? a mí me daría un poco de "yuyu"), menos lo que buscaban, un juguetito para mí, que pudiera morder, y no se rompiera. No lo encontraron en ninguna parte. Dice JM que en Cádiz es más fácil encontrar un cirujano plástico de nivel internacional que un juguetito homologado para perros.
L le hizo a JM un regalo que tiene que ver conmigo como veis, no sin cierta sorna me parece; pero bueno, ella es así, y en su descargo debo decir que me ha puesto como enlace en su página de Facebook. Como le regaló también una bata nueva, JM me deja ahora sentarme sobre la vieja, con lo que estoy muy calentita, y he adoptado como regalo.
En fin, creo que los humanos deberían repetir estas fiestas al menos una vez al mes. Aunque, el menú debería cambiar, claro está, según la estación, y no se comería lo mismo en los Reyes de agosto, digamos, que en los de enero, ¡algo más ligerito, vamos! Sea como sea, yo me sigo apuntando al jamoncito, que me encanta, y a lo que caiga debajo de la mesa, y seguiré soñando con aquello a lo que sepa el roscón de Reyes. Guau.
mi niña preciosa, si lo llego a saber te mando un poquitin de roscon, pero para el año que viene no se me olvidara, y ya veras como lo vas a saborear, un besin preciosa y vaya transportin mas precioso que te trajeron los reyes,
ResponderEliminarEres muy buena, amiga Ozna, seguro que por Asturias hacen muy buenos roscones, y de todo que sea de comer.
ResponderEliminarBesitos.
Tengo a la jefa pocha y no tengo tiempo de escribir porque tengo que atenderle, pero tu no te separes del jamón (si todavía queda). Bssss
ResponderEliminarHola Quequi, ¿Pero al final cuál es tu regalo? ¿La vieja bata de JM? Porque juguete no lo han encontrado...., y un cirujano platico a ti no te hace falta ninguna, que estas monísima. Tiene buena pinta el jamón, si, y la luz celestial le queda muy apropiada. :)
ResponderEliminarBesitos.
Querida Campoazul, pues sí, de momento tengo sólo la bata, pero sé que JM me sigue buscando algún juguete que llevarme a la boca.
ResponderEliminarBesitos.
Amiga Nora, no me separo de la pata de Jamón, aunque ya sólo quedan las escurriduras.
ResponderEliminarQue se mejore tu jefa.
Besitos.