Hay momentos en que me encuentro triste y confundida. A veces no entiendo a los humanos. Por ejemplo, sé que L. me quiere mucho, pero me dice cosas que me desconciertan. Una ocasión en que estaba yo comiendo, y ella se me acercó, yo gruñía y le movía el rabo al mismo tiempo, y ella le dijo a JM: "esta perra tiene un conflicto interior, pues se cree una persona; y la culpa es tuya pues la tratas como tal". JM se sonreía, lo que tampoco entiendo. ¡Ya sé que no soy una persona!¡y menos mal, con lo complicadas que son! Otras veces, cuando me ve tirada en el sofa dice: "la Quequi no lleva vida de perra, sino de persona" ¡Y dale con lo mismo!¡Qué querrá, llevarme a la oficina para que la ayude con el ordenador, y criticarme, quizás, delante de sus compañeras diciendo que trabajo poco! JM probablemente recordaría que "persona" viene del griego antiguo, y significa "máscara", pero yo no soy así, no digo lo contrario de lo que pienso, como hacen los humanos. V., la madre de JM, también me riñe en ocasiones y me dice que está harta de mí, y que me va a abrir la puerta de la calle, pero por el tono sé que bromea. ¿Estará L. haciendo eso que se llama ironía? ¡Todo es tan complicado! Tengo mucho que aprender todavía.
Afortunadamente, estos ratitos me duran poco, y, como dice mi amiga Olimpia en el libro de su ama, Aurora Pimentel: "Ningún animal se despierta triste".
Besitos.
Hola Quequi, estas comprobando que los humanos somos difíciles de entender, o sea, que no nos hagas mucho caso, solo se feliz con tu super-blog, tus paseítos y tu sillón, que para liarlo todo ya estamos nosotros..., ¡¡y no estés nunca triste, eh!! ¡¡Tu a ladrar siempre feliz...!!
ResponderEliminarMil besitos.
Ni le eches cuentas Quequi... como tu dices los humanos somos muy complicados, tanto que, a veces, ni nosotros sabemos lo que decimos. je je.
ResponderEliminarSeguro que tu ama es un cielo.
Muchas gracias, Campoazul y Maile (y bienvenida seas) por vuestras palabras de apoyo. Me he emocionado con ellas, y he saltado del sofá, pues a veces con la alegría se me pueden escapar unas gotitas de... ya me entendéis.
ResponderEliminarMuchos besitos.
Habíamos dejado un comentario en el anterior post que no sabemos, Olimpia o yo, qué pasó con él.
ResponderEliminarOye Quequi, te vemos filosófica y meditabunda... como te imaginamos que comes (y no es el hambre lo que te hace filosofar), a pesar de todo quizá es que tú intentas comprender a los humanos... y no, que con quererlos (a vuestra manera perruna, claro), dice Olimpia que ya tenéis bastante
Aurora & Olimpia (hoy alegres las dos, es el día de la madre y vamos a comer gambas... Oli las cabezas, ay...)
No me ha llegado el comentario, Aurora.
ResponderEliminarEspero que hayáis disfrutado mucho del día de la madre y ¡qué buenas están las gambas!
Besitos a las dos.