Chère Quequi:
Te escribo desde Albi, adonde mis jefes han venido a dejar los bofes subiendo cuestas, y buscar una excusa para llenarse el gaznate de exquisitices. Ahora que se ha producido el Brexit, me preguntó si puedo dejar de simular que no me afectan nada esos deletéreos y mórbidos efluvios que proceden de los patos, bueyes, paté, y ensaladas que se trincan así como si nada. Me gustaría no verme obligada a quedarme aquí quieta como una flemática perra british, y ponerme como tú nerviosita de olfatear, de dar vueltas a la mesa, y de bailar a dos patas lanzando gemidos lastimeros delante de mis jefes de cara de cera, usando esos recursos que a ti a veces te dan buen resultado.
Vive le Royaume-Uni!
Bisous
(Traducción de la Dra. Quequi, de la UCA).
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