domingo, 7 de diciembre de 2014

COMER Y SER COMIDO





Son conocidos los daños que causan las palomas en los monumentos venecianos, y no faltan las advertencias a los turistas para que no las alimenten; no deja, empero, de impresionar ver cómo una de éstas sirve de pitanza a una chillona gaviota en plena piazza di S. Marco. ¡Vivir para ver! Guau.

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