Nunca sé agradeceros lo bastante, queridas amigas, vuestras visitas y comentarios. Así que he pensado, como muestra de mi agradecimiento más sincero, explicaros mi depurada técnica petitoria, pues si puede seros de utilidad en alguna ocasión.
1º. Es importante acercarse al sujeto en cuestión y mirarlo con toda fijeza, de hito y hito, sin bajar la mirada.
2º. Sí no he conseguido atraer su atención, puedo emitir un quejido lastimero, como si estuviera en las últimas.
3º. Una vez que has conseguido que te miren, tienes ya medio trabajo hecho.
4º. Es el momento de apoyar las patitas delanteras sobre la persona en cuestión, o de andar a dos patas (las que seáis BIPs podéis ahorraros esta parte).
5º. Si la persona se resiste a darme lo que quiero, combino el quejido lastimero con un algún pequeño gruñido de impaciencia, o ladridito histérico (esto muy rara vez falla, y el sujeto se rinde por agotamiento).
6º. Pero si todo esto fracasa con algún "hueso", el plan B consiste en bajar las orejas y poner cara de cordero degollado, en fin, ¡torres más altas se han conmovido!
¡Feliz puente de Andalucía a quienes podáis disfrutarlo! Guau.
¡¡¡ que preciosa eres¡¡¡ esta asturiana te manda un besin muy muy grande.
ResponderEliminarHola Quequi, pues veras..., servir lo que se dice servir, a mi no me sirve de nada lo de tu técnica, pero me lo he pasado genial leyéndola y reconozco que dicho así, no puede fallar..., vamos que yo no solo te daría cositas ricas sino que te sentaría conmigo a la mesa, ¡fijo!
ResponderEliminarBesitos.
Muchas gracias, querida Ozna-Ozna, tú me levantas la moral, que falta me hace.
ResponderEliminarBesitos.
Eres muy agradecida, querida Campoazul, contigo no tendría que emplearme a fondo.
ResponderEliminarBesitos.