sábado, 11 de diciembre de 2010

BÍPEDO NO IDENTIFICADO






Se dice que Platón, ante su auditorio habitual de la Academia, definió una vez al hombre como un "bípedo implume". Entre el público presente se hallaba un filósofo de los llamados cínicos (que en griego significa "perruno, de perro" -era, pues, uno de los míos-), quien salió corriendo, y volvió al rato con un pollo desplumado diciendo: "éste es el hombre de Platón". No sé cómo me habría definido el amigo filósofo al verme andar, pues es cierto lo que veis: puedo andar (aunque eso no debería extrañaros mucho, habida cuenta de que escribo un blog...). Lo que pasa es que suelo reservar esta habilidad mía para atraer la atención de los humanos que viven conmigo a la hora en que se ponen a la mesa. Me dirijo a dos patas hacia ellos meneando las caderitas, implorándoles que me den algo de su rica comida. Entiendo bien a los bípedos implumes parlantes (completo así la definición platónica): el mundo se ve diferente sobre dos patas; pueden, incluso, liberar las dos patas anteriores y dedicarlas a otras cosas como hacer cortes de mangas, agarrar a las chicas en los bailes, o cruzarlas y no hacer nada. Aunque no todos los humanos son iguales: JM, por ejemplo, no hace los gestos que acabo de enumerar (ahora que lo pienso, no sé si irá a bailes), y sí coge con sus patas libres cosas como libros, bolsas del supermercado, y a mí, por supuesto. En fin, no quiero prodigar mucho esta habilidad mía no vaya a verme también teniendo que ir al supermercado con JM. ¡Alguna ventaja tenía que tener, vamos! Guau.

6 comentarios:

  1. Quequi, serias "bipeda peluda", aunque tengo mis dudas sobre si este parecerse a los humanos es ventajoso o no. Pensandolo mejor, no somos el unico animal bipedo e/o implume, ni los unicos que con las manos podamos hacer otras cosas, fijate en los monos (ya quisieran algunos humanos poseer su habilidad y ya quisiera yo que algunos humanos la perdieran).
    Pero me gusto lo de "mover las caderitas". Para eso las humanas debemos tener arte. Seguro que a ti te queda de lujo.
    Besitos cielo.

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  2. Muchas gracias, Maile. También he oído hablar de los humanos "pulpos", que prodigan sus manos por donde menos se espera. Con lo de las caderitas, me defiendo.
    Muchos besitos.

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  3. Hola Quequi,

    Hasta la muerte por un trozo de pan. Esa es mi filosofía.

    He leído esto por ahí y me ha gustado.

    "Los cínicos tomaron como modelos a la naturaleza y los animales, los adoptaron como ejemplos de autosuficiencia y basándose en ello propusieron un modelo de comportamiento ético que consideraban fundamental para alcanzar la felicidad, aunque esto solo era posible mediante una rigurosa disciplina física y mental. Proponen la necesidad de la autoafirmación individual frente a una sociedad alienante y coaccionadora."

    Me he extendido un poco, perdón.Bsssss

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  4. Me gusta mucho el texto que citas, amiga Nora. Quizás los humanos tienen más cosas que aprender de nosotras de lo que se piensan. Yo en este aspecto soy muy "cínica" ¡por un cacho de pan mojado en salsita me vuelvo loca!
    Besitos.

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  5. Hola Quequi, oye pues a lo mejor no es tan mala idea lo de ir al supermercado con JM, así podrías elegir las cositas ricas y no tendrías que pedirlas a pie de mesa..., a dos patitas. Piénsalo.

    Besitos.

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  6. No sé, amiga Campoazul, a lo mejor JM no me compraría lo que yo quisiera, y quizás me dijera que lo cocinara yo si era tan lista... acabaríamos tal vez ¡como un matrimonio de humanos! Me has dejado intrigada...
    Besitos.

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