De nuevo JM en el albergue La Croix Blanche de Blagnac, se encontró con Moustache, siempre dispuesto a recibir caricias en el cuello, pero no en la barriga como yo. Gustos para todo.
¡Hay que ver cómo me han dejado! ¿podré salir así a la calle? La veterinaria le dijo a JM que para curar mi piodermia y que no se volviera permanente, tenía que pelarme como un caniche y lavarme con jabón lagarto y champú para bebés. Ya podía pelarse ella así, y restregarse con el jabón verde hasta que le salga brillo. Guau.