domingo, 28 de agosto de 2011

OBRAS SON AMORES











Hoy he descubierto la razón de que no haya ido en dos semanas en casa de JM: estaban de obra (no entiendo por qué tienen que ser incompatibles con las perritas), y ahora que han terminado estoy back home again. Me quedé al principio un poco desorientada pues han tapiado la entrada que había a la cocina y casi me doy de morros, pues ahora se entra por un arco que han abierto en otro tabique. ¿Habrá hecho esto JM? lo dudo. He oído hablar de unos misteriosos seres llamados "albañiles", de los que hablaré en otra ocasión.













Pero la sorpresa mayúscula me vino cuando salí a la terraza. ¿Dónde está mi suelo, en el que hacía pipi tan a gusto? ¡Me lo han cambiao!.






Estuve olisqueando y explorando mis nuevos dominios, lleno de nuevas plantas y cachibaches.






















Eché incluso mi primera meadita, y L. me seguía armada de fregona y una manguerita que han comprado. Y seguí escabulléndome, hasta terminar exhausta.




Por lo visto, no han faltado las peripecias, y para celebrar el fin de la obra JM. y L. salieron a cenar. No he podido aún averiguar lo que comieron, pero sé que fueron luego a tomar unas copas (aunque no sabía yo que a L. le gustaba beberse el agua de las macetas, por lo que parece). Guau.










4 comentarios:

  1. Ay!!! ¡Qué a gustito estás ahora con terracita nueva! Has tenido mucha suerte por no compartir espacio con esos señores albañiles. Cuando la jefa decide cambiar algo siempre me toca aguantarlos: entran y salen sin parar y cada vez vienen con un cargamento distinto. ¡Qué estress! tengo que estar vigilando todo el día.
    guau...guau....Besitos,Quequi.

    ResponderEliminar
  2. Hola Quequi, ¡cuánto tiempo sin verte!...Y descubro que en tu morada ha habido obras, pues mejor que te hayan sacado de allí, que las obras son incompatibles con todo ser viviente, y ya hablaremos de los misteriosos "albañiles" esos sí que tienen tela...

    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. Es una alivio, según me cuentas, amigo Byron, no haber tenido que conocer a esos señores. Yo me hubiera puesto toda nerviosita, y me habría desgañitado a ladrarles por liarlo todo.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  4. Es un placer volver a tenerte por aquí, querida Campoazul. Ya te contaré algunos de los chascarrillos que he oído sobre los dichosos albañiles. Habría que ponerles en la puerta eso de "cave canem" que ponían los romanos, "cuidado con el perro".
    Besitos.

    ResponderEliminar